Quito se posiciona como pionera en innovación ambiental con la inauguración de la primera planta de reciclaje de escombros del Ecuador, ubicada en Pifo. Bajo el liderazgo del alcalde Pabel Muñoz, esta iniciativa tiene como objetivo principal evitar que los residuos de construcción y demolición (RCD) contaminen los entornos naturales, transformándolos en materiales útiles para nuevas construcciones. Este proyecto, que demandó una inversión de 1 millón de dólares en procesamiento de hormigón y adecuaciones, forma parte de un esfuerzo municipal más amplio para promover el reciclaje y la gestión sostenible de residuos, incluyendo la recolección diferenciada y el desarrollo de un nuevo complejo ambiental.

La planta es el resultado de una colaboración estratégica entre el Municipio de Quito, Sustainabuild (especializada en economía circular) y Holcim Ecuador. Holcim, con 41 años de presencia en Pifo, aporta su tecnología, experiencia internacional y su planta de agregados para procesar los residuos de hormigón, convirtiéndolos en material reciclado de alta calidad. Se proyecta que este proceso reducirá la extracción de materiales vírgenes hasta en un 10% y prolongará la vida útil de los rellenos sanitarios. Santiago Andrade, gerente de Emgirs EP, resaltó la visión del alcalde de dejar de enterrar residuos, lo que impulsa a la ciudad hacia un modelo de gestión de desechos más sostenible, que incluye también la implementación de composteras municipales para residuos orgánicos. El proyecto piloto de esta planta tiene una duración inicial de 14 meses y busca reducir las emisiones de CO2, estableciendo el primer modelo nacional de construcción circular.

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